Criaturas parecidas a medusas son los nombres informales que se le dan a la segunda fase de algunos miembros gelatinosos de un subfilo Medusozoa, una gran parte del filo Cnidium. Estas criaturas se llaman medusas porque tienen una piel delgada con un caparazón sólido sobre ella. También se les conoce como "medusas" porque las medusas pueden reproducirse sexualmente.
Las medusas marinas y las medusas pueden crecer hasta un metro de largo y a menudo se encuentran frente a las costas de California, Japón, Australia y Hawai. Muchas especies de gelatinas marinas crecen hasta alcanzar un pie de largo. Algunas especies, como las algas marinas, son microscópicas. Otros tipos de medusas incluyen las medusas más típicas que conocemos hoy.
En realidad, las medusas no pican a menos que las provoquen
Sin embargo, la picadura producida por una mantarraya es muy dolorosa y puede provocar pérdida de sensibilidad o parálisis. Una raya punzante, llamada nemolette, se ve a menudo flotando cerca de las islas en el sur de Australia.
La mayoría de las medusas no pican a menos que sean provocadas, pero hay algunas excepciones. Por ejemplo, las picaduras de algunas variedades de ortiga pueden causar un dolor severo, aunque la ortiga no es en realidad una "medusa".
Las medusas son animales generalmente inofensivos, aunque algunas variedades pueden ser peligrosas. Esto se debe a que pueden picar cuando se sienten amenazados o irritados. Es importante que cualquier persona que entre en contacto con una raya u ortiga se lave bien la herida con agua y jabón.
Si bien las medusas son criaturas inofensivas, algunas especies pueden ser peligrosas. Esto se debe a que pueden irritarse cuando se ingieren accidentalmente. El veneno secretado por una mantarraya puede ser mortal para los humanos. Parte de este tipo de ortiga puede ser venenosa para gatos y perros, aunque este veneno es poco común.
Las rayas, también conocidas como barracudas, se ven a menudo cerca de la orilla del agua y alrededor de la costa, especialmente cuando las mareas cambian. Se alimentan de algas de aguas poco profundas y otros organismos, especialmente plancton. Una de sus comidas favoritas es la medusa de carne roja.
Cuando una raya se come una medusa, sus aguijones provocan una sensación similar a la de una picadura de insecto. Esta sensación puede causar una cierta incomodidad temporal, pero generalmente va seguida de un alivio inmediato. Las lesiones causadas por las mantarrayas, que pueden variar de leves a graves, deben tratarse de inmediato y tratarse lo antes posible. Las picaduras graves pueden requerir tratamiento hospitalario.
Las mantarrayas tienen un aguijón muy corto y una cola muy larga. Pueden nadar rápido y su veneno no permanecerá en un lugar por mucho tiempo. Debido a que las mantarrayas y las medusas se alimentan de diferentes tipos de alimentos, es probable que cuando tengas que coger una mantarraya o una medusa haya recorrido una gran distancia. Por esta razón, es importante tener cuidado al recoger cualquier medusa del océano, incluso si parece haber muerto.
Aunque las medusas pueden picar, la ortiga tiene una picadura muy dolorosa
La ortiga a veces puede causar una sensación de ardor o hinchazón. Esto puede causar dolor y daño a la piel.
Al igual que con las mantarrayas, las medusas y las mantarrayas generalmente se comen después de haber sido atrapadas. Es importante lavar los aguijones inmediatamente con agua y jabón. Si tiene que arrojar una raya o una medusa al océano, no la recoja tan rápido como pueda, porque los aguijones aún pueden estar adheridos a la piel.
Incluso si una raya o una medusa está muerta, sigue siendo muy peligrosa y debe lavarla lo más rápido posible. No lo mantenga en su cuerpo por mucho tiempo, ya que este tipo de organismos pueden viajar muy lejos por el aire. Algunas personas creen que las mantarrayas y las medusas pueden transmitir enfermedades a través del contacto de piel a piel.
Facundo Arias – сardiólogo con 15 años de experiencia.
Educación:
- Residencia en Cardiología
- Grado de Doctor en Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM)
- Certificación en Soporte Vital Cardiovascular Avanzado (ACLS)
Educación Continua:
- Participación como ponente en la Conferencia Anual de Cardiología sobre “Avances en la Salud Cardíaca”
- Asistencia a talleres sobre “Innovaciones en Cardiología Intervencionista”
- Completó un curso avanzado sobre “Imagen y Diagnóstico Cardiovascular”
Experiencia Profesional:
- Jefa del Departamento de Cardiología en el Hospital Ciudad (2010 – Presente)
- Cardióloga en la Clínica de Cuidado Cardíaco (2005 – 2010)
- Fellowship en Cardiología Intervencionista en el Instituto Nacional del Corazón (2003 – 2005)
- Internado Médico en el Hospital General (2000 – 2001)
Acerca de Mí:
Como cardiólogo comprometida, me especializo en diagnosticar y tratar una amplia gama de enfermedades cardíacas, incluyendo enfermedad de las arterias coronarias, arritmias, insuficiencia cardíaca e hipertensión. Mi experiencia también incluye realizar procedimientos intervencionistas como angioplastias y colocación de stents. Con un fuerte compromiso con la atención al paciente, mi objetivo es proporcionar planes de tratamiento personalizados que prioricen el bienestar de mis pacientes. He escrito varios artículos en revistas médicas de renombre y he sido ponente destacada en numerosas conferencias de cardiología. Mi objetivo es contribuir al avance de la atención cardiovascular a través del aprendizaje continuo y la excelencia clínica.
