La púrpura trombocitopénica es una de las formas más comunes de trombosis
Un recuento de plaquetas por debajo de 10,000 generalmente se considera trombocitopenémia leve. La trombosis también puede causar hemorragias internas graves si los niveles de plaquetas bajan demasiado. Un coágulo que se ha coagulado o se desprende puede viajar hasta los pulmones y causar una embolia pulmonar. Este es un factor de riesgo importante para todos los tipos de trombosis.
En general, cuanto mayor sea el recuento de trombocitos, más grave será la trombosis. Sin embargo, los trombocitos en sí mismos no causan coágulos trombosados. Esto sucede cuando el coágulo viaja de la arteria a la vena y luego al hígado donde se secreta y termina bloqueando una válvula que hace que la sangre regrese a la arteria.
La trombosis de las plaquetas causa sangrado del revestimiento de los vasos sanguíneos de los pulmones. Cuando esto ocurre, el paciente sentirá dificultad para respirar. Mientras tanto, el paciente puede vomitar o experimentar debilidad.
La tromboprofilaxantina que se encuentra en los tejidos del cuerpo también forma coágulos. Es por eso que quienes padecen cáncer suelen tener esta afección. Provoca la muerte de las células cancerosas al hacer que se multipliquen sin control. Estos tipos de coágulos trombosados generalmente no son peligrosos a menos que se desprendan y viajen al pulmón.
Los pacientes que se han sometido a cirugía también pueden desarrollar trombosis. Por esta razón, se aconseja a los pacientes que se someten a cirugía que consuman muchos líquidos y vitaminas, así como suplementos de hierro para reponer la hemoglobina perdida en la sangre. No es raro que se forme tromboprofilaxantina en el tracto digestivo debido a una cirugía. Los pacientes que se han sometido a una cirugía también pueden experimentar sangrado del estómago y los intestinos.
La trombofilia es otra forma de tromboprofiosis que es muy rara y afecta solo a las mujeres. Son más comunes entre los niños. Se produce cuando las plaquetas son demasiado densas. Debido a esta afección, no se disuelven adecuadamente cuando se transportan al hígado y otras partes del cuerpo y esto provoca el engrosamiento de los vasos sanguíneos y provoca acidez estomacal.
Los síntomas incluyen náuseas, vómitos y pérdida de peso
A veces, también se puede notar sangrado del intestino o del estómago. Las mujeres que sufren de trombofilia también pueden experimentar anemia, fatiga, mareos y dolor en el pecho. Algunos de estos síntomas disminuirán después de suspender el tratamiento.
Las opciones de tratamiento para la trombofilia suelen estar disponibles. Los pacientes que padecen la afección deben evitar tomar medicamentos que estén hechos de vitamina C o aspirina. Otros tratamientos incluyen cirugía y radiación.
Los antioxidantes son medicamentos que ayudan a eliminar los radicales libres dañinos. Pueden ayudar a prevenir daños en el hígado y otras partes del cuerpo. Los medicamentos para la trombofilia como Atabrine y Ribadaplecilate son los más utilizados. Un tipo especial de vitamina A llamado lecitina, que está presente en la yema de huevo, también se usa para reducir el sangrado.
ThromboproFILE es un fármaco anti-tromboprofilaxis que se prescribe a pacientes que han tenido una cirugía o que han tenido un accidente con altas dosis de calcio. en su torrente sanguíneo. Este tipo de medicamento ayuda a detener los síntomas de la trombofilia, como ardor de estómago, diarrea y vómitos.
ThrombOProst es un tromboperfil para pacientes que padecen trombofilia. Puede provocar hemorragias en los intestinos y en el tejido de la mucosa intestinal.
En el tratamiento de la trombofilia, es importante que los pacientes trombofílicos mantengan altos sus niveles de calcio en el cuerpo. El calcio es necesario para la producción de células óseas. Las personas que tienen trombofilia tienen menos masa ósea porque sus células óseas no producen suficiente. La vitamina D, otra sustancia necesaria para el crecimiento óseo, puede ayudar a reducir el riesgo de trombofilia.
Hay muchos medicamentos contra el trombofilo que también se pueden usar. Entre ellos, los más comunes y utilizados en el tratamiento de la trombofilia en los Estados Unidos son Diflucan y Prevacid.
Facundo Arias – сardiólogo con 15 años de experiencia.
Educación:
- Residencia en Cardiología
- Grado de Doctor en Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM)
- Certificación en Soporte Vital Cardiovascular Avanzado (ACLS)
Educación Continua:
- Participación como ponente en la Conferencia Anual de Cardiología sobre “Avances en la Salud Cardíaca”
- Asistencia a talleres sobre “Innovaciones en Cardiología Intervencionista”
- Completó un curso avanzado sobre “Imagen y Diagnóstico Cardiovascular”
Experiencia Profesional:
- Jefa del Departamento de Cardiología en el Hospital Ciudad (2010 – Presente)
- Cardióloga en la Clínica de Cuidado Cardíaco (2005 – 2010)
- Fellowship en Cardiología Intervencionista en el Instituto Nacional del Corazón (2003 – 2005)
- Internado Médico en el Hospital General (2000 – 2001)
Acerca de Mí:
Como cardiólogo comprometida, me especializo en diagnosticar y tratar una amplia gama de enfermedades cardíacas, incluyendo enfermedad de las arterias coronarias, arritmias, insuficiencia cardíaca e hipertensión. Mi experiencia también incluye realizar procedimientos intervencionistas como angioplastias y colocación de stents. Con un fuerte compromiso con la atención al paciente, mi objetivo es proporcionar planes de tratamiento personalizados que prioricen el bienestar de mis pacientes. He escrito varios artículos en revistas médicas de renombre y he sido ponente destacada en numerosas conferencias de cardiología. Mi objetivo es contribuir al avance de la atención cardiovascular a través del aprendizaje continuo y la excelencia clínica.
